Riassunto: | Debido al gran aumento de la población, las ciudades han comenzado a expandirse, muchas veces sin tomar en cuenta planes de desarrollo para contener su crecimiento sobre zonas que no presentan una aptitud territorial, generando así problemas como el crecimiento disperso, la escasa y baja calidad de la infraestructura, movilidad ineficiente y altos costos ambientales, sociales y económicos asociados a la ineficiente planificación. Esta investigación propone nuevas formas de análisis para la planificación y desarrollo urbano, de forma específica para Ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua, en donde se aportan elementos de referencia para la planificación de la ciudad mediante la identificación de zonas potenciales y limitantes para el uso de suelo urbano, en conjunto con las actividades agrícolas y de conservación. A través de un análisis de conflictos entre la capacidad física del suelo para áreas de conservación, zona urbana y zonas agrícolas, se identificaron los principales conflictos entre los usos y coberturas de suelo que determinaron las áreas de mayor aptitud territorial para el crecimiento de la ciudad. La metodología consistió en la aplicación del modelo LUCIS, como estrategia de identificación de los conflictos de uso de suelo, para establecer áreas a futuro de actividades urbanas, agrícolas y de conservación, identificando además los cambios de cobertura y usos de suelo en un periodo de análisis desde 1990 al 2016 a través de técnicas de fotointerpretación y digitalización. Finalmente se realizó una comparación de las áreas propuestas por el modelo y las establecidas en el Plan de Desarrollo Urbano de la localidad, con la finalidad de plantear un nuevo límite de expansión urbana. Como resultado, se encontró que el establecimiento de nuevas urbanizaciones puede cambiar las tendencias en las áreas de crecimiento y consolidación de una ciudad aumentando la idoneidad de los suelos adyacentes. Para Ciudad Cuauhtémoc, el área urbana actual es suficiente, aumentando la densidad de población y consolidando el área urbana existente con una proyección al año 2030. Definiendo además áreas de reserva para la expansión, así como zonas de conservación ambiental y áreas para la continuidad de las actividades agrícolas, siendo estos tres elementos clave para el desarrollo equilibrado de la ciudad y el área circundante.
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