Summary: | La relación de los insectos (y por extensión de los artrópodos en general) con el hombre es tan antigua como este último; la cual, ha derivado en diversos grados de interacción o dependencia ecológica con los humanos o con sus ambientes modificados. Los artrópodos prosperan en las ciudades porque la urbanización les genera hábitats atractivos que poseen características que están dentro de sus niveles de tolerancia y porque en ellos encuentran los requerimientos básicos (agua, alimento, resguardo, condiciones ambientales homogéneas, entre otros) para subsistir y florecer. En otras palabras, su comportamiento se ajusta a las actividades humanas y a las estructuras presentes en la arquitectura urbana. Así, aunque tradicionalmente se ha considerado que la ciudad está en contra de la naturaleza y la naturaleza en contra de la ciudad, lo cierto es que este ecosistema urbano interactúa entre sí y con el medio físico y natural que le rodea.Entre estas necesidades básicas está la salud, por lo que es importante vigilar y prevenir la transmisión de patógenos causantes de enfermedades, tanto en el hombre como en otros vertebrados domésticos, por parte de los artrópodos con los que se comparte el medio urbano. Estas acciones sólo se logran a partir del seguimiento de las poblaciones de vectores y con la implementación de prácticas adecuadas del control. Sin embargo, para ello es necesario conocer primeramente las especies con las que se convive en la ciudad y cuáles están involucradas con los padecimientos, su biología, su distribución geográfica y temporal, entre otros.
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