Resumen: | Pensamos a través de palabras. Sin embargo, la obsesión métrica de nuestra época ha cometido el error garrafal de pensar que éstas existen o tienen valor de manera aislada. Medimos la cantidad de veces que tal político utilizó tal o cual término (como si éste, sin su contexto o mediante el análisis de la vinculación semántica irrenunciable que guarda con el hablante tuviera algún sentido); observadores informáticos tratan de mapear conductas sociales (casi siempre con fines mercadológicos) a partir de la aparición de ciertos términos en los discursos digitales y ciudadanos convertimos términos retóricos (democracia o sustentabilidad) en adverbios sin sustancia (ser democrático o ser sustentable). |