Resumen: | En los últimos años la preocupación por documentar, conocer y contribuir a una conciencia social sobre la valoración y protección del patrimonio arquitectónico, escultórico y urbanístico moderno en México ha subrayado la necesidad de difundir líneas de investigación sobre los aspectos locales y regionales de una modernidad ignorada, cuya trascendencia radica en la originalidad, la innovación o la visión de sus planteamientos desde una expresión y reinterpretación de sus propias circunstancias culturales ambientales (Noelle, 2008, 2012). La difusión de las ideas del Movimiento Moderno, ampliamente conocidas en Europa y Norteamérica, tuvo un impacto en las aspiraciones nacionales, regionales y locales de modernidad de otras regiones del mundo (Fraser, 2000; Nasr y Volait, 2003). En Latinoamérica, esta voluntad se expresó desde etapas tempranas del siglo XX en agendas políticas que retomaron las innovaciones técnicas de la arquitectura y el urbanismo para proveer su aplicación en proyectos emblemáticos (Almandoz, 2002; Winfield, 2001, 2007; Arango,2012). |