Sumario: | Después de la revolución, las necesidades de vivienda de la población de clase media y particularmente de las clases obreras que reivindicaban este derecho hicieron necesarias las políticas de vivienda como una conquista social, que hasta el día de hoy sigue tratando de lograr superar el déficit nacional. Pero no sólo cuentan las deficiencias del rezago, es mucho más importante considerar las deficiencias en la calidad de los productos ofertados que en nada coadyuvan a lograr el mejoramiento de la calidad de vida que supuestamente debe llevar la adquisición de una vivienda propia. Es así que hasta hoy, la producción de la llamada vivienda de interés social, cuenta con un grado de habitabilidad cero porque en su confección no se utilizaron criterios, buenas prácticas y digamos simplemente deseos de producir un objeto con la calidad mínima de habitable. Hasta hoy las viviendas producidas por todo el territorio nacional, ignoran cualquier canon arquitectónico, en cada una de las partes o de los elementos que conforman la vivienda, por ello la gente piensa que habitan una estructura provisional que cualquier día se les viene abajo.
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