Résumé: | Si bien es cierto que la habitabilidad es un concepto alejado de la objetividad, según afirma Naredo en una reflexión sobre habitabilidad y calidad de vida, también es cierto que ese concepto ha sido empleado por algunos autores como la condición satisfactoria de calidad ambiental, material y cultura del espacio habitado por las personas. La habitabilidad se ha definido basándose en dos tipos de criterio -uno derivado de los parámetros acumulados a lo largo del proceso modernizador- y el otro, proveniente del medio cultural específico donde se habita. El primero se ha traducido en normas y estándares generalizados referentes a aspectos cuantitativos del entorno: saneamiento básico, servicios públicos, accesibilidad, relación entre espacio libre espacio construido, densidad habitacional, tamaño, estabilidad y eficacia de las unidades de vivienda. El segundo se relaciona con la valoración del entorno por parte de los habitantes y con su satisfacción en términos de seguridad, identidad, comodidad y apropiación. |