520 |
|
|
|a Afirmar que la participación ciudadana es un ingrediente fundamental de la forma de gobierno democrática es casi una perogrullada y, sin embargo, más allá de la obviedad aparente, es una afirmación cargada de suposiciones conflictivas. ¿De qué tipo de participación estamos hablando?: ¿participación en qué?, ¿para qué?, ¿cómo? Además: ¿entre quiénes? El concepto de ciudadanía que sirve para determinar quiénes son los miembros de la polis (o comunidad política) o, en otras palabras, para delimitar quiénes constituyen el demos, es un concepto históricamente controvertido. Si los ciudadanos son los sujetos autorizados para participar en la adopción de las decisiones colectivas, entonces los criterios que nos dicen quiénes son esos individuos terminan determinando cuál es la forma de gobierno de una comunidad política determinada. Si, como sostenía Aristóteles,
|u https://infonavit.smart-ed.mx/cgi-bin/koha/opac-retrieve-file.pl?id=b3559d481d08526913d62330212e24aeel ciudadano en sentido absoluto está definido simplemente por la participación en las tareas de juez y en los cargos públicos
|u https://infonavit.smart-ed.mx/cgi-bin/koha/opac-retrieve-file.pl?id=b3559d481d08526913d62330212e24ae (Política 1275a), entonces, siguiendo a Hegel, tenemos tres tipos ideales de gobierno: la monarquía, en la que uno sólo es ciudadano; la aristocracia, en la que algunos son ciudadanos y la democracia, en la que todos los son. En pocas palabras: no son (al menos no por sí solas) las nociones de participación y de ciudadanía las que otorgan significado al concepto de democracia. Afirmar que 'la democracia es la forma de gobierno en la que los ciudadanos participan' es una verdad a medias ya que tenemos que aclarar quiénes son los ciudadanos, de qué participación se trata y cuáles son sus modalidades.
|