Resumen: | La elevada tasa de desocupación actual, así como otros indicadores de desempeño insatisfactorio del mercado de trabajo argentino, se han generado en un largo período como resultado del ritmo y modalidad del patrón de crecimiento adoptado. Como señala Monza (1996), la fuerza y la modalidad bajo las cuales aparece la crisis del empleo en Argentina constituye un fenómeno estructural con "especificidades idiosincráticas". Esto significa que, contrariamente a lo que se afirma con cierta frecuencia, no estaríamos en presencia de los procesos generalizados de reestructuración productiva y adopción de innovaciones tecnológicas que, a partir de la crisis del fordismo, impactaron en el nivel de empleo de los países más industrializados. No obstante, es indiscutible que se produjeron cambios remarcables en el campo productivo, donde además de la internacionalización se dio un proceso salvaje de concentración del capital por la forma como fueron hechas las privatizaciones, al tiempo que se implementaron las políticas de desregulación, apertura, y flexibilización laboral. |