Resumo: | El consumo de la vivienda no sólo debe ser entendido en relación al valor de uso que tiene para el ocupante, sino también en elación a su valor de cambio, como mercancía. En tanto que mercancía necesaria para la reproducción de la fuerza de trabajo, la vivienda debe ser apropiada en tanto que valor de cambio, sobre el mercado. Entonces la capacidad de las familias de apropiarse de una vivienda dependerá del lugar que ocupen en las relaciones de producción. Para las clases populares o grupos más pobres de la ciudad, el valor de uso que tiene el consumo de la vivienda se redimensiona: el valor de cambio (real o potencial) de la vivienda en propiedad aparece como un elemento básico en relación a sus estrategias de reproducción. Contradictoriamente, son quienes más dificultades enfrentan para acceder a una vivienda en propiedad. |