Résumé: | El suelo urbano constituye el soporte necesario para que puedan producirse y ofertarse sobre el mercado viviendas de alquiler. Ya hemos visto (Capítulo I) que no existe - en el caso de la ciudad de México - una relación mecánica entre un mayor o menor porcentaje de inquilinos en la ciudad y una mayor o menor oferta de suelo periférico. En efecto, hemos demostrado ampliamente que el acceso al suelo periférico puede darse tanto a través de la propiedad privada de un lote como del arrendamiento de una "vivienda". Desde el punto de vista de la producción habitacional, esto significa que el suelo periférico no es solamente ocupado por propietarios que "autoconstruyen" una vivienda para su propio uso, sino también por colonos propietarios arrendadores que cobran a colonos-inquilinos una renta. |