Résumé: | Si en el ámbito nacional el proceso de profesionalización del servicio público se encuentra en una fase inicial, en el nivel de los gobiernos municipales esta todavía lejos de adoptarse como una política deliberada y estable. Con muy contadas excepciones el escenario que prevalece es el del cambio trianual de los cuadros directivos de esos gobiernos locales, a partir de supuestos basados en la lealtad y en la cercanía con los presidentes municipales. De modo que el criterio de racionalidad que está detrás de esa dinámica descansa en realidad en el liderazgo político de los alcaldes. Y estos, a su vez, asumen como una prerrogativa del cargo el nombramiento libre del mayor número posible de funcionarios municipales con el propósito de afirmar durante el breve periodo de gobierno en el que actuaran el alineamiento de su administración a los proyectos que cada uno de ellos desea encabezar. ¿Cómo establecer entonces sistemas de profesionalización municipal sin romper el liderazgo político de los presidentes municipales, ni la relación de confianza que este debe mantener con sus colaboradores, y sin limitar la posibilidad objetiva de que la administración local responda a la visión política del ayuntamiento? Es decir, ¿cómo afirmar las ventajas de la profesionalización a pesar de las restricciones políticas que se le oponen?. Es entorno de esas preguntas se estructura el contenido de este trabajo. En primer lugar se trata de persuadir al lector sobre la necesidad de profesionalizar las administraciones municipales como una política deliberada. Después, se revisaran distintos modelos teóricos de servicio civil, en busca de una referencia para comparar experiencias distintas, aplicables al ámbito local del país. Y finalmente se discuten los hallazgos de la investigación de campo realizada por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) en el año 2005 sobre los ensayos de profesionalización que han tenido lugar en varios municipios de México. |