Resumen: | El basamento del sistema federal en México ha experimentado en las dos últimas décadas una transformación sorprendente. Las condiciones de la transición ponen en cuestión diversos niveles de realidades políticas y sociales, pues hay un acuerdo en que el federalismo del futuro debe ser esencialmente democrático. Asimismo, tiene que ver con el tipo de relaciones entre niveles de poder (no sólo los de corte institucional); con problemáticas asociadas a situaciones étnicoculturales; con los aspectos fiscales para la captación y distribución de recursos monetarios; con nuevos criterios para proyectar las regiones, y con la participación política en los estados. El federalismo contemporáneo induce al replanteamiento de las relaciones entre el centro federal y las regiones, por lo que en tanto no se haga un balance del impacto de las transformaciones bilaterales tendremos pocos elementos de juicio sobre los pasos dados hasta ahora. Una de las expresiones de este contacto tiene que ver con el nuevo papel que están desempeñando los niveles políticoinstitucionales plasmado en las gubernaturas en los estados y de ahí el interés por ofrecer una discusión exploratoria. |