Abstract: | El concepto de Calidad de Vida tiene muchas acepciones y definiciones, tanto objetivas como subjetivas. Sin embargo a partir de un conjunto de coincidencias teórico metodológicas, el concepto de calidad de vida, lo podemos orientar para medir y evaluar el desempeño del desarrollo urbano y la ordenación de las políticas públicas en ciudades medias, en las que es posible identificar las condiciones de algunas de las siguientes categorías que estén asociadas a los satisfactores humanos como son: vivienda segura; servicios públicos eficientes; calidad permanente en educación; garantía de acceso a servicios de salud; espacios públicos dignos; amplias áreas verdes; transporte público eficiente; seguridad y justicia social oportuna; y, un medio ambiente saludable y sustentable. Los parámetros para su medición y evaluación metodológica, pueden ser simples de entender, pero complejos de aplicar, ya que se requiere de contar con dos dimensiones: la primera, es la voluntad política de los gobiernos locales, situación que se restringe por los cambiantes intereses políticos de los gobiernos locales y por la falta, de un proyecto de desarrollo aplicable para los próximos 25 años. Y la segunda, de una amplia participación social que no este ceñida a la voluntad del gobierno, pero que si reúna la opinión concertada de las instituciones sociales, educativas y ONG`s entre otras. La presente contribución, se argumenta a partir de que en los últimos años, este concepto ha tomado presencia en los gobiernos democráticos en varios países de la Unión Europea y hoy día, empieza a despertar inquietud para su aplicación, en las políticas de planeación urbana en muchas de las ciudades latinoamericanas, más aún cuando el intento por hacer de las ciudades un espacio socialmente habitable, ha tenido severos fracasos económicos, políticos y sociales. |