Résumé: | El patio del palacio de Cnosos, en Creta, era el ámbito de reunión de la comunidad sobre la cual reinaba el dueño de casa; era en su uso y en su conformación espacial el germen de una plaza (una lectura más amable que la que lo identifica con el mítico Laberinto). La historia de la arquitectura y de la ciudad presenta muchos casos de este equívoco fructífero. El Tratado de Arquitectura de Leon Battista Alberti sostenía que https://infonavit.smart-ed.mx/cgi-bin/koha/opac-retrieve-file.pl?id=4c2f8fbfe54e23aaaaef2035a05c8a81una casa es una pequeña ciudad y una ciudad es un pequeña casa https://infonavit.smart-ed.mx/cgi-bin/koha/opac-retrieve-file.pl?id=4c2f8fbfe54e23aaaaef2035a05c8a81, definición que siglos más tarde retomarían y reinterpretarían Aldo van Eyck y Louis Kahn ( https://infonavit.smart-ed.mx/cgi-bin/koha/opac-retrieve-file.pl?id=4c2f8fbfe54e23aaaaef2035a05c8a81la calle es un recinto cuyo techo es el cielo https://infonavit.smart-ed.mx/cgi-bin/koha/opac-retrieve-file.pl?id=4c2f8fbfe54e23aaaaef2035a05c8a81). Uno de los libros más influyentes de la década del sesenta, La arquitectura de la ciudad, de Aldo Rossi, comienza con la frase: https://infonavit.smart-ed.mx/cgi-bin/koha/opac-retrieve-file.pl?id=4c2f8fbfe54e23aaaaef2035a05c8a81La ciudad, objeto de este libro, viene entendida en el como una arquitectura https://infonavit.smart-ed.mx/cgi-bin/koha/opac-retrieve-file.pl?id=4c2f8fbfe54e23aaaaef2035a05c8a81. |