Abstract: | Se ha dicho que el escocés Danny Boyle (autor de la sobrevalorada Trainspotting) apenas pisó la India y que por eso su colega hindú Loveleen Tandan se encargó en la práctica de la dirección de Slumdog Millionaire. Esta es una de entre tantas contradicciones de una película ecléctica (¿muestra la miseria tercermundista o la banaliza; homenajea al cine https://infonavit.smart-ed.mx/cgi-bin/koha/opac-retrieve-file.pl?id=4c2f8fbfe54e23aaaaef2035a05c8a81Bollywood https://infonavit.smart-ed.mx/cgi-bin/koha/opac-retrieve-file.pl?id=4c2f8fbfe54e23aaaaef2035a05c8a81 de la India o usa sus estereotipos para esconder una esencial ausencia de ideas?). Con lo liviana y superficial que pueda ser en su esencia, en Slumdog Millionaire aparecen todos los elementos que definen en la actualidad a las megalópolis del mundo subdesarrollado: no solo el slum (la favela, la villa miseria, los ranchitos) sino también la orgía mediática, la intolerancia, la complejidad de las conexiones con la globalización, la economía de la informalidad y el crimen y, muy especialmente, el despliegue de la esperanza como respuesta a la miseria. Veamos en que formas aparece la ciudad en la película ganadora del Oscar. |