Resumen: | Una interesante discusión urbanística es la que entablan partidarios y detractores de la concentración de edificios de sede judicial en áreas particularizadas de las ciudades, alternativa que comenzó a tener difusión internacional a partir de las experiencias canadienses y, en especial, japonesas. Mientras que algunos señalan las economías de escala y la mayor eficiencia administrativa y funcional de la concentración, otros cuestionan el alejamiento que esta solución puede suponer entre los ciudadanos y la justicia, relativizado y negado por los anteriores. Dos casos recientes aportan elementos al debate, pero a la vez son oportunos para otro tipo de reflexión. A mediados de febrero se inauguró la Ciudad Judicial de Barcelona y L'Hospitalet, un conjunto de edificios destinados a albergar tribunales y servicios administrativos de la ciudad catalana y su suburbio más importante. El proyecto de David Chipperfield y Fermín Vázquez se compone de https://infonavit.smart-ed.mx/cgi-bin/koha/opac-retrieve-file.pl?id=4c2f8fbfe54e23aaaaef2035a05c8a81un racimo https://infonavit.smart-ed.mx/cgi-bin/koha/opac-retrieve-file.pl?id=4c2f8fbfe54e23aaaaef2035a05c8a81 de edificios de volumetría cúbica, aparentemente desordenados, todos ellos con la misma composición de fachada, aunque diversos en el color de sus muros de hormigón. |