| 抄録: | El urbanismo y la arquitectura contemporánea parecen aumentar su crisis de lenguaje, en sus efectos y afectos materiales dentro de la vida social de los mexicanos. Hay quienes resumen las políticas del estado de las últimas décadas (desde la apertura comercial): “la participación del gobierno federal de
México en materia de vivienda ha sido,esencialmente, proporcionar a los grupos inmobiliarios los recursos monetarios para financiar su producción en mayor
escala, así como establecer sus bases jurídicas y técnicas” (Garcia,B. 2016); y por otro lado, que lo que sigue es: “proponer nuevas acciones gubernamentales que logren trascender la lógica
del mercado habitacional, partiendo de la premisa de que la vivienda que requiere la población para su reproducción es un bien de uso y no una “mercancía”, cuya fecha de caducidad venció. |
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