Summary: | A partir de los años sesenta, se configuró el modelo de transporte orientado al automóvil que buscó extender un imaginario de libertad y confort asociado a este vehículo. El uso recurrente y masivo del automóvil marcó un punto de inflexión en la configuración de la ciudad, posibilitando su extensión y la fragmentación de sus polos de actividad, causando efectos directos e indirectos sobre el ambiente, la sociedad y la economía (Mendoza Hauchecorne, 2013). Buscando contrarrestar los efectos del paradigma de gestión del tráfico, nuevos enfoques de movilidad o de accesibilidad han sopesado el papel de la movilidad en la exclusión social y en la igualdad (Duran Forero, 2019), sin embargo, las herramientas que aún predominan en la planeación y gestión de la movilidad tienen su fundamento en la lógica de desplazamientos lineales y de flujos como patrones casi invariables. Las Encuestas de Origen-Destino (EOD) son la herramienta para obtener información respecto a la movilidad cotidiana, permiten recopilar y analizar datos sobre volúmenes y direcciones de los flujos que constituyen un diagnóstico de patrones de viaje sobre el cuál se toman o se justifican las decisiones en esta materia.
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