Resumo: | No será posible disminuir las emisiones globales de CO2 si los norteamericanos no cambian su estilo de vida. Es que el consumo de energía y las emisiones por habitante de los Estados Unidos son el doble que las europeas, y cuatro veces más que las de la mayoría de los demás países. El típico hogar suburbano con tres autos, que las familias deben utilizar largas horas todos los días para llegar a sus distantes destinos diarios, es parte del pasivo ambiental del estilo de vida americano. Al mismo tiempo que el descarte sistemático es la necesaria consecuencia de un consumo permanentemente incentivado como una virtud del sistema, en tanto mantiene activas las fábricas y hace crecer la economía. Pero la obsolescencia programada que lo hace posible es también la causa de un derroche de energía y materiales de proporciones gigantescas. |