Abstract: | Se me dirá que en muchos países la mayoría del pueblo se siente cómodo y a gusto con sus reyes, princesas y cortesanos, pero eso no justifica que quienes no lo están (como a mí me ocurriría) tengan que soportar la vergüenza de deberle fidelidad a esos personajes, y quizás hasta sostenerlos con sus impuestos. Se me dirá que en algunos países la corona genera una unidad simbólica y una garantía de estabilidad y continuidad estatal que facilita el desarrollo y el progreso económico-social, pero eso parece una confusión de causa y efecto si se considera por ejemplo a Francia, que solucionó el problema de la monarquía a fines del siglo XVIII y es tan o más desarrollado que muchos de sus vecinos monárquicos. |