Abstract: | Varios años de mala administración urbana han creado cierto complejo de inferioridad entre los cordobeses respecto a su ciudad, sobre todo al comparar su orfandad con la profusión de políticas públicas territoriales en la ciudad cuya escala facilita las siempre odiosas comparaciones, Rosario. Sin embargo, la mera lectura cotidiana de La Voz del Interior permite descubrir una pregnancia de lo urbano en la vida política más amplia de la ciudad. Trataré de resumir en esta nota algunos hechos contrastantes de la política urbana cordobesa en las semanas recientes. Dos aclaraciones: la superposición de actores estatales, la ausencia de estrategias o el abandono al mercado de algunas áreas no la eximen de ser una política; - esta nota puede leerse como una continuación de Córdoba saqueada, nota del número anterior. Podemos organizar este análisis rememorando la distinción clásica de Milton Santos entre fijos y flujos. |