Abstract: | Un sistema de transporte no se circunscribe simplemente a servir a la demanda de movilidad. Su resultado principal radica en modificar y configurar las relaciones espacio - tiempo, lo cual supone la transformación de las decisiones que afectan a la localización, que a su vez modifica los modelos completos de uso del suelo, produciendo estos un cambio en los vínculos espaciales de la ciudad, lo que en definitiva se traduce en una modificación de los modelos de tráfico. El efecto de un modelo de transporte es que crea su propia demanda. La única salida a este círculo vicioso estriba en imponer desde afuera una decisión política. Las modificaciones de los modelos de tráfico deberían mostrar las innovaciones de las relaciones socioeconómicas, y el transporte, en el proceso de desarrollo urbano, desempeña un rol activo que incide sobre la propia estructura urbana. |