Resumo: | Las fotografías de Pedro R. Span conjugan la visión del arquitecto y la del habitante. Interrogan a ambos y responden al espectador sobre la realidad que representa cada imagen. Son crueles para con el arquitecto y desnudan al hombre que habita en el vecindario. La imagen plana de la fotografía, preciso límite en donde habita la mirada, devuelve al ojo que la mira el exterior del que está separada y el interior del que la despojaron al paralizarla. Y en este interior se encuentran mágicamente las paredes internas de la cueva-casa que refugia al hombre como una madre amante y posesiva. Al mismo tiempo en el exterior se descubre la piedra lisa, levantada sobre sí misma, el paisaje con que el hombre quiere reproducir el universo a su imagen, o más bien a la imagen que imagine de sí mismo. Las fotografías que integran este volumen retratan las verdaderas caras del arquitecto y del habitante y revelan sus deseos íntimos y el choque entre ambas.
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