Résumé: | En su libro La casa que canta, la fotógrafa Mariana Yampolsky (Chicago, 1925-Ciudad de México, 2002), nos adentra en la belleza y la singularidad de la vivienda rural, mediante un registro llevado a cabo durante las más de cuatro décadas en las que recorrió el territorio nacional. Viajera incansable, Mariana documentó la vida cotidiana de los pueblos originarios. Desde su arquitectura y estética, nos convoca a una reflexión sobre la importancia de los métodos de construcción de vivienda con los materiales que brinda la naturaleza y que fueron registrados por su lente: muros de adobe, tejas de barro, techos de palma, pisos de tepetate, entre otros.
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