Resumo: | A la luz de los resultados que dejó el año pasado, 2014 aparece como un año de retos y oportunidades, y las opciones están claramente establecidas. Ahora contamos con reformas que se demoraron años, y que por sí mismas aumentan la competitividad del país. Las leyes secundarias que las complementen han de ser dictaminadas y ejecutadas adecuadamente. Además, es importante continuar el combate a la corrupción y mejorar sustancialmente la situación de seguridad.Las buenas condiciones se confirman con los respaldos de las firmas calificadoras, y con la expectativa de los analistas económicos, que esperan un crecimiento del PIB por encima de 3.5%. Las reformas Educativa, Financiera, Fiscal y Energética poseen aspectos positivos que los empresarios podrán aprovechar.Los grandes consorcios, y también las Pymes, tienen la oportunidad de consolidar sus posiciones, y de encontrar socios tecnológicos, así como financiamiento para cumplir sus metas de crecimiento. Con tasas de interés más bajas que las precedentes y una importante liquidez en los mercados financieros, es posible crecer a través de diferentes recursos como la BMV, los fondos de Capital Privado, la banca nacional y otros intermediarios financieros.Para que estas inversiones sean sustentables a largo plazo, las negociaciones deben estar cimentadas en una administración integral de riesgos, que avale los nuevos planes de negocio, que establezca las prioridades y que permita enfrentar el futuro sin peligros ocultos.Si las autoridades y los partidos políticos allanaron los terrenos, a los empresarios les corresponderá construir sobre esta base. Ellos, los inversionistas nacionales y extranjeros, los socios tecnológicos, las instituciones académicas, los trabajadores y los consumidores, son quienes, a fin de cuentas, harán que esas reformas se materialicen; son ellos quienes generan los empleos y la riqueza, y este será un buen año para ponerlo en práctica.
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