| Résumé: | Los hombres de Estado han dejado su impronta en los territorios que dominan, precisamente para mostrar su poder. Las ciudades en general han sido objeto de atracción por la concentración de recursos de toda índole que contienen, y las capitales, en particular, por el valor simbólico que poseen. Los romanos se prepcuparon por establecer un diseño en las urbes que fundaban y, cuando se trataba de localidades ya existentes, por edificar obras que dieran cuenta de su control sobre el espacio y su cosmovisión. De tal suerte, es posible leer en el diseño y las construcciones de los poblados cuáles eran las prioridades de los gobernantes en turno e interpretar lo que deseaban proyectar a los gobernados.
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